Esta es la trampa de las tarjetas de crédito
Para muchas personas, contar con su propia tarjeta de crédito es una verddera tentación. Otras lo ven como un riesgo que no están dispuestas a afrontar. ¿Cuál es el problema con este producto financiero? ¿Por qué hay tanta gente que termina más endeudada de lo que debería, cuando se supone que esto es una gran ayuda económica? Si tú estás por tramitar una tarjeta, te conviene saber la trampa en la que podrías caer si no sabes como administrarla bien, antes de confirmar que la quieres.
El crédito no supone desahogo financiero
Es muy útil cuando tienes una emergencia o necesitas sacar adelante un proyecto que necesita inversión, pero incluso en estas situaciones tienes que estar consciente siempre, de que sigues comprometido a pagar todo lo que gastes con una parte de tu ingreso. Y esto es algo que afecta considerablemente tu liqiudez y que incluso, podría restringirte más a futuro de lo que estás ahora.
La situación se pone fea cuando tomas en cuenta los intereses, que son realmente la ganancia de muchos bancos. Resulta ideal que puedas efectuar tus pagos a tiempo para evitarlos tanto como te sea posible, pero para la mayoría de las personas esto no es tan sencillo.
¿Cuándo debe usarse la tarjeta de crédito?
Lo que en verdad recomiendan los profesionales de las finanzas sobre las tarjetas de crédito, es no usarlas sino tramitarlas como una manera de crear un buen historial crediticio. Son muy efectivas a la hora de formarte una reputación con el buró de crédito y también si más adelante, necesitas tramitar otros servicios financieros, porque funcionan como un buen antecedente y demuestran que eres una persona con liquidez.
El mayor error que cometen las personas es ver este recurso como una salvación financiera, cuando solo proporciona un desahogo económico temporal.