¿Qué es el marketing cultural?

El marketing es una disciplina tan amplia que resulta inevitable que a su vez, cuenta con varios tipos que pueden diferenciarse en función de factores como la audiencia a la que se dirige, lo que promociona y las técnicas que utiliza para ello. Uno de los que han cobrado gran relevancia a día de hoy es el marketing cultural; concepto con el cual quizá no estés familiarizado pero del que te vamos a hablar con detalles en esta ocasión. ¿Te lo vas a perder?

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Definición de marketing cultural

Para comprender mejor de lo que estamos hablando, primero tenemos que establecer de que se trata. Tal y como su nombre lo sugiere, esta clase de marketing es la que se encarga de dar difusión a los movimientos que tienen que ver con la cultura, algo para lo cual puede apoyarse en distintas estrategias.

Suele apoyar a instituciones y fenómenos culturales, mejorando su imagen ante el público y expandiendo el conocimiento de los mismos, para lograr que tengan una mayor aceptación.

En base a esto, podemos definir cuatro elementos que son cruciales para esta manera de promoción:

  • Las necesidades del consumidor. Incluso cuando se trata de cultura, el público puede demandar algo en especial; como conciertos de su banda preferida, algún tipo de literatura o incluso eventos especiales.
  • La manera en que se satisfacen esas necesidades. Es crucial que una vez que se sepa lo que quiere el consumidor cultural, ponerse en acción para darle lo que está buscando.
  • La relación que tiene el consumidor con la compañía u organización cultural. Es una parte muy importante, de la cual depende el éxito de los eventos que se vayan a organizar.
  • La obtención de beneficios. Esto es a final de cuentas, la finalidad principal del marketing cultural. Obtener un beneficio de cada producto culturak que se ofrece y sacarle el máximo provecho.

¿Cuáles son los objetivos del marketing cultural?

Para definir los objetivos de este concepto, hay que remontarnos a «las 4 P’s» del marketing, establecidas en el año 1958 por McCarthy. Estas son:

  1. Producto (Product)
  2. Promoción (Promotion)
  3. Precio (Price)
  4. Distribución (Place)

Tomando estos elementos en cuenta, puede decirse que las finalidades del marketing cultural comprenden las siguientes:

  • Informarse acerca de lo que requiere el consumidor cultural, captar su atención e incitarle a consumir cada vez más.
  • Mejorar la relación que el público tiene con las empresas o instituciones que han de brindarle lo que requiere.
  • Aumentar la sensibilidad que tiene el público hacia la culturización.
  • Identificar nueva clientela y nichos de mercado que se hacen presentes con el paso del tiempo.
  • Hacer crecer los canales de comunicación y distribución para los productos culturales.
  • Incrementar la información que existe en el mercado, respecto a partes de la cultura que son novedosas o poco conocidas.

¿Cuál es el papel del marketing cultural en la actualidad?

Hoy en día, este tipo de marketing cuenta con muchas más importancia de la que te imaginas. Basta con ver a nuestro alrededor y darnos cuenta de que prácticamente, todos los aspectos de la cultura son comercializables. Incluso los movimientos culturales, que en principio pareciera que escapan a todo esto, se aprovechan para venderle algo nuevo a la gente.

Es algo que vas a comprender mejor si le echas un vistazo a los siguientes ejemplos.

  • El movimiento de los hipster. Es probablemente la mayor demostración de cultura que hemos visto en los últimos años. Los «hipster» de hecho, se han caracterizado por ser personas que se destacan por ser cultas y por tener un amplio sentido de responsabilidad para con el planeta. Se muestran como amigos de lo ecológico y lo tecnológico, pero al mismo tiempo disfrutan de las cosas sencillas, como la ropa de segunda mano y aquello que se cataloga como artesanal. Contrario a lo que pudiera parecer, aquí hay enormes oportunidades de negocio que se han presentado en forma de comida orgánica, gadgets de última tecnología e incluso la reventa de cosas recicladas o de moda vintage.
  • Los conciertos de artistas de moda. La música pese a ser un arte, siempre será uno de los negocios más redituables para quienes han alcanzado la fama y por supuesto, toda la producción que se encuentra detrás de ellos. Basta con ver a los cantantes o las bandas que son capaces de llenar estadios y el mercadeo que se puede hacer en torno a ellos, incluso aparte de sus discos; como camisetas, accesorios y hasta comerciales de televisión para anunciar a ciertas marcas o patrocinadores. De hecho este es otro de los métodos más comunes para lograr que la cultura se vuelva comercial.
  • Los fenómenos literarios. Algo tan sencillo como leer puede convertirse en una gran oportunidad de negocio, si una novela o libro de cualquier tema tienen bastante éxito. Comenzando por ver esas historias con las que el público se identifica y que más tarde son llevadas al cine, pudiendo generar otros productos basados en el concepto. Y la gente que siempre quiere adquirirlos porque realmente le ha encantado la historia que leyó o miró. Por otra parte, tenemos muchos libros que abarcan cosas tan distintas entre sí como la cocina, la fotografía, el diseño y mucho más; que siempre tienen demanda en tanto brinden la solución a necesidades o problemas específicos.

Como ya puedes ver, el marketing cultural tiene una influencia mucho más amplia de lo que se podría suponer en gran parte de las cosas que nos rodean.