¿Qué son los préstamos quirografarios?
Conocidos en inglés como commercial loans, los préstamos quirografarios, también denominados créditos quirografarios, son operaciones de crédito a corto o medio plazo en las cuales la persona física o jurídica deudora se compromete a reembolsar el importe prestado más los intereses acordados por ambas partes mediante su firma en un pagaré. Carece, por tanto, de garantías específicas más allá de la obligación suscrita al pagaré. Comúnmente se utilizan para cubrir necesidades puntuales y urgentes de liquidez en actividades laborales y/o profesionales.
Nota importante: un pagaré es una declaración de obligaciones en la que la parte deudora (denominada suscriptora) se compromete a pagar a la persona o entidad con la que contrae una deuda (denominada parte beneficiaria) una suma determinada de dinero en un plazo acordado por ambas partes. El término surge de la propia declaración, que comienza con un «Debo y pagaré«.
Aunque el plazo de devolución es variable, habitualmente se fija en torno al ciclo de operaciones de la actividad empresarial o profesional que realiza el adquirente del préstamo quirografario. Para tratar de acortar la explicación, diremos que el ciclo de operaciones engloba todo el proceso empresarial desde el inicio de la producción de un determinado bien o servicio hasta que éste llega al consumidor final (que no siempre tiene que ser una persona física, a veces son otras empresas o profesionales). Por tanto, una empresa que fabrica mesas puede pedir un préstamo quirografario para poder comprar un cargamento de madera recién talada, y una vez trabajada, cortada, lijada y estructurada por piezas, comenzarán la construcción de las mesas. Una vez acabadas, pueden transportarlas (por medio de servicios de terceros o propios) al local o locales que las venderán, percibiendo el precio acordado con dichos negocios. Cuando la empresa percibe los ingresos, será el momento de devolver el préstamo.
Aunque comúnmente se dice que estos créditos son a corto plazo, arriba especificamos que pueden ser a corto o medio plazo. Pero, ¿cuál es el motivo? No todas las empresas funcionan igual, y una fábrica de madera puede tener listo un cargamento en una semana, pero una empresa de videojuegos puede tardar varios mes en sacar el producto final desde el momento en que adquirió la deuda. Evidentemente, es poco probable que se otorguen préstamos de este tipo a empresas que tienen un ciclo de operaciones muy largo, pero igualmente la empresa maderera puede encargarse también de la venta de las mesas en locales propios y retrasar varias semanas el percibimiento de sus ingresos finales por el cargamento, así que siempre es mejor tener en cuenta que los plazos siempre son variables aunque «sobre el papel» las definiciones sean muy específicas.
Para acabar, una pequeña aclaración sobre lo que entendemos por corto, medio y largo plazo. Dependerá mucho de la actividad a la que nos enfrentemos, pero en Economía solemos plantearlo de la siguiente manera:
- Corto plazo: plazos no superiores a un mes de duración.
- Medio plazo: entre un mes y un año.
- Largo plazo: período superior a un año de duración.
Claro que esto es variable, otras medidas utilizadas principalmente en planeamiento y/o planificación empresarial son:
- Corto plazo: 0-6 meses.
- Medio plazo: de 6 meses a 2-3 años (dependiendo de los intereses que se persigan)
- Largo plazo: a partir de los 2-3 años fijados.
Por último, aclarar que esto siempre son medidas aproximadas, y pueden ser todavía más variables. En el caso de empresas recién abiertas o start-ups, el corto plazo se suele fijar en 5 años. Si quieres ampliar la información te recomiendo este artículo de la Wikipedia sobre Planeamiento: http://es.wikipedia.org/wiki/Planeamiento
Si el artículo te ha servido de ayuda, no te olvides de dejarnos un comentario debajo y compartirnos en tus redes sociales favoritas, crecemos gracias a ti. Un saludo, y nos vemos en Economiteca.